Por fin lograste convencerlos (o te convencieron) de que la empresa necesita un video ¡Genial! Pero ahora hay que salir a buscar presupuestos. Y eso, puede llevar su tiempo…
Para acelerar los plazos y obtener precios rápidamente, conviene definir ciertas cuestiones que se aplican a todo tipo de formato. Ya sea un video institucional, explicativo, publicidad o cualquier pieza que necesites, te recomendamos que tengas en cuenta estas 4 claves a la hora de pedir un presupuesto de video:
1. OBJETIVO
Antes que nada, es fundamental que sepas para qué querés hacer un video. Es decir; qué buscás conseguir con la pieza. Puede ser generar ventas, fomentar la participación de tu comunidad en redes sociales o simplemente explicar de forma entretenida y clara los beneficios de tu producto o servicio.
Esto es importante porque ese objetivo determinará el valor que aportará el video a tu organización. De esta manera, el realizador podrá orientarte con los formatos que mejor funcionan para conseguir esos objetivos. Y mejor aún, podrás establecer una relación de tipo costo-beneficio, entre la inversión por única vez que implica hacer un video y el constante retorno de inversión que puede representar esa pieza a lo largo del tiempo.
2. FECHA DE ENTREGA O DEADLINE:
Te sorprendería conocer la cantidad de veces que atendemos a un potencial cliente muy entusiasmado por hacer su nuevo video y tenemos que darle la desagradable noticia de que «esa pieza que tanto nos gustaría crear es imposible realizarla en 3 días».
Para tener una idea, por ejemplo, a la mayoría de las productoras audiovisuales la realización de un video institucional que implique rodaje, locución y montaje puede llevar alrededor de un mes de trabajo. Lo mismo puede suceder con una animación que explique en dos minutos los beneficios de un producto o la forma de uso de una app para celulares. Sin bien esos son los tiempos regulares, en ocasiones se pueden realizar en un menor tiempo, dependiendo de la complejidad de la pieza. También se pueden acortar los plazos en caso de que sea una urgencia. Claro que esto puede implicar un costo mayor.
En definitiva, los más aconsejable es que cuando pidas un presupuesto cuentes con un buen margen de tiempo para realizar el video.
3. TENER REFERENCIAS
En caso de que se tenga una idea clara de la pieza que se busca, es muy recomendable brindarle al realizador links a videos que sirvan de referencia o modelo. Esto no apunta a hacer el mismo video, sino que sirve para evaluar los elementos técnicos que componen esos ejemplos. Con esta información, se puede elaborar un presupuesto a medida del cliente que cumpla con los requisitos que busca.
4. APORTAR MATERIAL PROPIO: ¿SOLUCIÓN O PROBLEMA?
Algunos clientes que contrataron nuestros servicios ya contaban con material propio, como filmaciones o fotos. Por lo general, se suele pensar que eso puede reducir costos y acelerar el proceso. Lamentablemente pocas veces es así.
- Fotos propias: En caso de que estén en papel hace falta digitalizarlas. Si el material ya está digitalizado, volvemos al tema de la variedad de calidades. Y además, hay que tener en cuenta que una foto es un imagen estática. El video se trata de movimiento. Por lo que el realizador deberá encontrar una forma de presentar esa foto con algún movimiento en armonía con el resto del material fílmico. Dependiendo del tipo de composición que se elija, esto puede generar más costos.
- Filmaciones propias: Desde Dvds y videos en Youtube hasta grabaciones hechas con un celular. Son muchos los recursos con los que se pueden generar imágenes propias. Contar con diferentes tipos de videos también implica que hay distintas resoluciones y calidades. De querer incluir ese material, el realizador deberá emparejar toda esa variedad de recursos, con el objetivo de obtener un video de alta calidad que presente una estética homogénea. Y eso, obviamente, puede llevar tiempo y dinero.
Atención, de ninguna manera estamos diciendo que haya que evitar el uso de fotos o videos propios. En ocasiones pueden aportar información que hace más vistoso e interesante el video. En el caso de un video institucional, por ejemplo, las fotos de los comienzos de la empresa aportan una referencia visual de su trayectoria. Simplemente buscamos desmitificar la idea de que contar con material propio indefectiblemente reduce los costos de realización. En todo caso, recomendamos incluir material propio cuando haga un aporte al video.
Con estos tips estamos seguros de que conseguirás mejores presupuestos en menor tiempo.
Si estás pensando en hacer un video explicativo o animado, te recomendamos que también leas nuestro artículo sobre cómo saber rápidamente su precio.